Sí, estoy sólo en frente de un monumento siempre rodeado de turistas. Ventajas que tiene entrar en el museo cuando lo abren y saber exactamente a dónde tienes que ir. Eso sí, tuve que esperar a que atravesara la Puerta otra persona más para que me sacara la foto. Así que conste que cualquier fallo de composición es suyo. Me temo que no era japonés.
Lo que sí que espero que se aprecie bien es el enorme tamaño de la propia puerta. Impresiona aún más en persona.
También aproveché mi visita al museo para adquirir un muy útil libro (que ya comentaré en otra entrada) y para renovar mi cuaderno de notas. Hasta ahora todo el conocimiento acumulado de La Puerta de Ishtar (el juego) estaba anotado en un cuadernito verde, que aunque me ha hecho un gran servicio empezaba a sufrir en sus tapas las inclemencias del uso. Así que he decidido cambiarlo por uno nuevo que, muy apropiadamente, está decorado con imágenes de la vía procesional que precede a la Puerta de Ishtar (el monumento).
Aquí tenéis una foto del antes y el después:
También me hice con la réplica de un cilindrosello de arcilla que sospecho me será muy útil para mis partidas. Y, por supuesto, hice montones de fotos.
Me temo que ésta ha sido otra entrada más en la que cuento batallitas en vez de hablar sobre el juego. Pero no os preocupéis, que la próxima (este jueves) ya volverá a tratar el tema de las tareas y los conflictos, y en la siguiente presentaré a los Cimmerios.
4 comentarios:
L verdad es que impresiona, debiste sentirte como un ratoncillo, XDDDD, bueno, más material para tu fantabuloso juego^^
Saludetes mágicos^^
Ademas, es lo bastante grande para que quepa un elefante, ;-D
De la variedad euroasiática. :P
Uf! Si ya impresiona viéndola en fotografía, cómo debe ser estando allí...
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