lunes, 15 de noviembre de 2010

Culturas: Comerciantes de Assur

En un principio iba a poner otra entrada hoy, pero he pensado que ya era hora de terminar con las culturas jugables de La Puerta de Ishtar. En anteriores entradas han aparecido los Nobles Awilu, los Esclavos Mushkenu, los Guardianes Wardu, los Hombres Libres Cimmerios y los Nómadas Uridimmu. A continuación tenéis la última de las culturas: los Comerciantes de Assur. Si habeis estado siguiendo los diarios de campaña, por fin sabréis qué es un karum y a qué cultura pertenecía Ashai-Ettu.

Assur es una ciudad distinta a todas las demás. En ninguna otra los esclavos son mejor tratados, o se recuerdan con más fuerza las antiguas tradiciones. No la gobierna ningún Rey Brujo, sino que lo hace su dios patrón, Ashur.

Ashur, dios del comercio y el conocimiento, es el único de los Dioses Antiguos cuyo culto está permitido en el Imperio de Akkad. Se dice que Sargón y él se reunieron en privado y pasaron siete días y siete noches negociando. El resultado de tal encuentro fue que la ciudad de Assur gozaría de privilegios especiales a cambio de mantener su red comercial en marcha, sin la que Akkad se colapsaría.

Además, Ashur obtuvo un indulto del que ningún otro dios disfrutó. Los Awilu de Assur piensan que su dios salió ganando con el trato. Pero ni siquiera Sargón podía derrotar en una negociación al Señor de los Mercaderes.



Assur no es una ciudad muy poblada, pero esto se debe a que una gran parte de sus habitantes están continuamente viajando por todo el Imperio. En prácticamente todas las ciudades de Akkad se encuentra un pequeño karum, o barrio de comerciantes, para acoger a los Assures que han viajado hasta allí. Estos karum cuentan siempre con una pequeña guarnición propia y un templo a Ashur.

Los karum tejen una tupida red comercial que es, en realidad, un imperio dentro del Imperio.

Aunque los Awilu de Assur hacen uso de multitud de esclavos Mushkenu, éstos gozan de una autonomía (que no libertad) que no se da en ningún otro lugar de Akkad. Ya sea porque visitar lejanas tierras les ha abierto la mente, porque aún conservan algo de las viejas costumbres, o simplemente porque son hombres prácticos, los ciudadanos de Assur permiten a sus esclavos llevar negocios por su cuenta y organizar sus propios tratos. Siempre y cuando entreguen la parte que les corresponde a sus amos, claro está.

Un mercado tan grande como el de los Mushkenu no puede ser ignorado, y no estaría bien visto que un Awilu se rebajara a negociar con un esclavo.

Los Assures tampoco tienen escrúpulos en tratar con extranjeros, como los Uridimmu o los Cimmerios, por mucho que a algunos en Akkad les horroricen estos intercambios. Si a esto se añade el súbito interés de Ashurbanipal, el actual Isshiak Ashur, en obtener tablillas escritas en lengua antigua, es comprensible que los nobles más cercanos a Sargón empiecen a sentirse inquietos.

Pero no hay nada que puedan hacer. Los comerciantes Assures son vitales para la supervivencia del Imperio.

7 comentarios:

Midas dijo...

Muy interesantes la verdad, sugieren pinceladas de un trasfondo muy interesante. Me ha encantado lo del encuentro entre Ashur y Sargón le da un aire de leyenda. Cada pinta mejor este proyecto, sí señor.

PD:El Arshubanipal que describes, ¿su contrapartida real tendría algo que ver con la biblioteca de Nínive? Igual estoy dando palos de ciego pero no se porqué he tenido el dejà vu al leer el nombre.Que oxidaos tengo los conocimientos.jeje.

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Sí, sí que tiene que ver. No recuerdas mal. ;)

Luis Miguez dijo...

Un trasfondo interesante para un PJ... Por ahora creo que van a estar entre mis favoritos, junto a los nobles Awilu...

Ramón Domingo dijo...

Curioso ver a los asirios como mercaderes al estilo fenicio y no como feroces guerreros. ¿O estan ocultando algo?.

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Para los Assures he preferido inspirarme en los (menos conocidos) primeros Asirios, que mucho antes de fundar su imperio militar andaban comerciando de aquí para allá. Y con bastante habilidad, debo decir.

Aunque es cierto que estos comerciantes se tornaron en terribles e implacables guerreros pasado el tiempo. Un tiempo que aún no ha llegado a La Puerta de Ishtar.

Aunque quizá esté más cerca de lo que parece. Los Assures tienen pequeñas ciudades (con sus propios guardias) dentro de cada una de las ciudades de los demás Reyes Brujos y controlan las rutas de comunicación, tanto terrestres como fluviales.

Sí, menos mal que son leales a Sargón.

Midas dijo...

Me resulta interesante la "puerta abierta" a la incertidumbre que deja Wachinayn. Me evoca un poco a lo que hizo Javier Negrete con su mundo de fantasía y los Ainari, creando un imperio dentro de otro. Entradas como estas hacen que uno vuelva a sumergirse con avidez en mis libros de texto de la Edad Antigua. Así que estos textos cumplen función doble, entretienen y hacen que vuelva a estudiar.jeje.

Rodrigo Garcia Carmona dijo...

Me alegra que hagas ese comentario, Midas, porque mi intención para La Puerta de Ishtar siempre ha sido esa: No hay nada escrito en piedra, no hay una "metatrama" que vaya a suceder independientemente de los personajes. En lugar de 5 tramas desarrolladas tiene que haber 50 insinuaciones, ideas para posibles aventuras, que cada Director de Juego debe coger y hacer que su grupo de jugadores las haga suyas.

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